En Madejasur creemos que para disfrutar un nuevo proyecto lo MÁS importante son las ganas de tejer. Otro protagonista es el hilado y elegir el que necesita el patrón que elegiste. Pero los años de circo también nos han demostrado que las cosas se ponen aún mejor cuando nos acompaña nuestro kit de herramientas. Y no cualquier herramienta, porque después de probar un montón, comparar, descartar otro montón y completar nuestro arsenal, llegó la hora de compartir esta selección de imprescindibles. Así que elegimos las 12 herramientas tejeriles que no te van a fallar. Enjoy!
Bolso de proyectos y estuche para accesorios: parece básico, pero el piso para armar un proyecto es tener todo reunido en un lugar. Te recomendamos un bolso resistente, liviano, con capacidad, buen agarre y por supuesto que sea bonito. Ahí mismo debería ir el estuche que te acompañe con lo necesario de manera ordenada. La idea es tener todo a mano siempre y que así tu tejido te pueda acompañar donde quieras.
Agujas de tejido: tú eliges si las prefieres fijas o intercambiables. A nosotras nos encantan las últimas y, para ser más exactas, las Hiya Hiya nos parecen las mejores. Le dedicamos un blog completo a todos sus atributos, porque tejer con ellas es toda una experiencia memorable.
Crochet y aguja lanera: ojalá en dos grosores, para que se adecuen al proyecto que sea. Los necesitas para terminaciones, cierres, remates e incrustaciones si decides incorporarlas.
Marcadores: abiertos, cerrados, de candado y para distintas medidas de palillo, son prácticamente un imprescindible para guiarte en la realización de puntos, aumentos, disminuciones o lo que sea que necesites marcar en un proyecto.
Cables para agujas intercambiables: imprescindibles. La resistencia es requisito, pero lo ideal es que también sean giratorios para que los puntos fluyan. Necesitas de distintos largos y espesores, según el tamaño del proyecto y el número de tus agujas. No es lo mismo tejer un chal en plano, que las mangas de un sweater para guagua en modo circular.
Tijera, cortador de hilachas o rebanador de hebras: cualquiera, pero que esté bien afilado y que te permita cortar el hilado sin tirones y sin usar los dientes. Uno de estos tiene que ir de todas maneras en tu estuche.
Elementos medidores: la cinta métrica es un básico. Busca que sea flexible y ojala retráctil, mucho más práctica. Pero si te gusta la precisión, agrega un calibrador de palillos, una regla medidora de hilados e, incluso, una regla para muestra.
Sujetadores de puntos: de estilo alfiler de gancho XL o, mejor aún, la versión multipropósito de Floops. También necesitas cables de descanso y topes para palillos, para sujetar puntos y dejar material en espera sin que las hebras se escapen de tus agujas.
Contador de puntos o filas: aquí hay versiones para todos los gustos, desde cilindros manuales, herramientas mecánicas o electrónicas, hasta aplicaciones para el teléfono, que te permiten llevar la cuenta en las filas o no perder el número de puntos que estás tejiendo. Si no tienes el tuyo, lo necesitas, ¡ya!
Ovilladora y madejero: toda tejedora debiera tener este combo en su kit, porque realmente simplifican la vida. Una vez que armas tu primer ovillo con estas herramientas, no hay vuelta atrás. Todo fluye rápido, sin enredos ni pérdida de material.
Alfileres y equipo de bloqueo: el bloqueo es el toque final para un proyecto prolijo. Para que funcione necesitas alfileres tipo peine o individuales, siempre de acero inoxidable. Idealmente también necesitas una base de goma eva, pero todos esos detalles ya te los contamos en una entrada del blog dedicada a los secretos del bloqueo.
Herramientas para cuidar tus tejidos: hace poquito repusimos en la web nuestros peines para sacar manualmente las pelusas, pero también te recomendamos un cepillo cardador de Mohair y algún repelente natural para mantener a las polillas alejadas de tus prendas. Recuerda el tiempo y energía que le dedicaste a ese proyecto y este ítem te va a hacer aún más sentido.
*Bonus: Lima de uñas, crema de manos, lápiz y alguna libretita compacta. Con eso no te falta nada para una experiencia tejeril memorable, que además no va a lidiar con tus manos enganchadas en hilados delicados, ni con detalles olvidados por no haberlos anotado inmediatamente. Todo parece muy simple, pero contribuye a simplificar cada nueva lazada.